Castel Thun

La restauración de Castel Thun en Trentino

Los pedestales Impertek al rescate de nuestro patrimonio cultural

Castel Thun es un magnífico edificio medieval situado en Val di Non, en la región de Trentino-Alto Adige, con una historia que se remonta al año 1267 y cuyo mayor periodo de esplendor se dio con los condes de Thun en el siglo XVI. Se trata de uno de los castillos mejor conservados de la zona, un edificio imponente pero muy elegante que domina un valle espectacular con vistas a bosques, amplios prados y picos de montañas lejanos. Actualmente, tras pasar a convertirse en propiedad de la provincia autónoma de Trento, está finalmente abierto al público y, de austero centinela del valle, ha pasado a convertirse en museo con más de 400 muebles y obras de arte originales, sede de numerosos eventos histórico-culturales y teatrales, así como lugar de iniciativas relacionadas con el ocio para familias.

El arquitecto Adriano Conci, responsable de las obras de restauración de Castel Thun, explica cómo las considerables obras realizadas en estos años han sido destinadas a la conservación de los espacios, a la rehabilitación conforme a las normas contra incendios y de patrimonio cultural y museos y, como es natural, a la adaptación de la estructura a sus nuevas funciones. Entre las obras realizadas más imponentes, se encuentra seguramente la denominada sala «Il Cantinone», que en el pasado fue el establo para los caballos de los condes Thun, y que pronto acogerá la extraordinaria colección de 15 carruajes de la familia, fechados entre 1700 y 1800. Debido al valor histórico de los vehículos y de los artículos de talabartería que decorarán la sala, esta ha tenido que someterse a una serie de intervenciones de rehabilitación, en las que participaron técnicos cualificados y empresas especializadas.

El obstáculo más importante para superar en «Il Cantinone» fue, sin duda, la humedad. La presencia de agua se debía a dos factores: la filtración de agua meteórica procedente de la roca que brotaba de la pared, adecuadamente desviada y la humedad procedente de condensación en el suelo. Para resolver este problema se decidió crear un suelo elevado que permitiera aislar los carruajes de la humedad. La pavimentación subyacente de cemento realizada en los años 50 se excavó hasta convertirla en una superficie de apoyo. Posteriormente, la superficie se aisló y se colocaron pedestales para soportar la nueva superficie de pisoteo. Se logró una doble ventaja al realizar una pavimentación elevada puesto que se creó un sistema de circulación del aire bajo las tablas de madera deshumidificando el aire que quedaba entre ambos pavimentos. Debido a que la superficie de apoyo era muy irregular, fue necesario utilizar productos específicos capaces de nivelar de forma sencilla y rápida las distintas alturas de la superficie de apoyo, pero manteniendo también el pavimento inferior accesible en todo momento para las posibles operaciones de mantenimiento del cableado. Para este trabajo se seleccionaron los soportes PEDESTAL LINE de Impertek, un sistema de pedestales regulables y autonivelantes, prolongaciones, niveladores y cabezales específicos diseñado para la colocación de suelos flotantes con cualquier tipo de acabado final y en situaciones de colocación muy problemáticas (terreno irregular, superficies de agua, grava, recubrimientos, etc.).

Los soportes PEDESTAL LINE, fabricados completamente en Italia con materiales reciclados y reciclables, presentan un ajuste de altura milimétrico de 10 a 1 020 milímetros y están equipados con aletas específicas para pavimentos tile y decking; pueden utilizarse también con travesaños y cabezales deslizantes para la colocación de losas de gran tamaño o pavimentos mixtos. Cada uno de los pedestales tiene una capacidad hasta 1 000 kg, lo que garantiza una estructura muy ligera sobre la superficie de colocación, pero extremadamente resistente. Además, los cabezales de la serie Balance son autonivelantes y permiten una nivelación perfecta y automática de la superficie de colocación, con hasta un 5 % de pendiente. En la restauración de «Il Cantinone», con un área total de 334 m2, se utilizaron alrededor de 800 soportes en ambiente interno. Estos pedestales, por lo general, se emplean en pavimentaciones externas. Los bomberos autorizaron su uso debido a que están separados entre sí y no son contiguos, lo que los hace totalmente adecuados desde el punto de vista de la seguridad contra incendios.

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